Programa de internado
Los niños y niñas que participan del programa internado de Casita de Belén se encuentran en situación de amenaza asociada a diferentes formas de violencia, abandono, y/o negligencia en su protección integral. Algunas de las características comunes que presentan son: ausencia de documento de identidad, esquema de vacunación incompleto, falta de controles de crecimiento y desarrollo, alteraciones de salud como desnutrición o diagnósticos médicos sin atención, provenientes de familias con antecedentes como consumo de sustancias psicoactivas, vulneración por migración irregular, violencia intrafamiliar, contexto social de alto riesgo e inestabilidad económica.
Por lo anterior, los niños y niñas que ingresan al programa presentan afectaciones en algunas esferas de su desarrollo que se manifiestan a través del componente nutricional, el lenguaje, sus habilidades socioemocionales, motoras y cognitivas, ausencia de procesos de escolarización, alta permanencia en calle y trabajo infantil, que afectan el adecuado desarrollo integral.
De donde vienen nuestros niños y niñas…
Las familias de las niñas y niños se caracterizan por ser en su gran mayoría, monoparentales con jefatura femenina en edades entre los 16 y 40 años, habitan en diferentes sectores vulnerables de la ciudad de Cali, con antecedentes de consumo de sustancias psicoactivas (SPA), debilidades en habilidades para la crianza, lo que deriva en situaciones de negligencia, incurriendo en el maltrato en sus diferentes dimensiones y en general en situaciones que atentan contra la integridad de niños y niñas, esto asociado a que los referentes familiares de los niños cuentan con historias de vida permeadas por diferentes tipos de maltrato, pobreza extrema, historia de institucionalización, desplazamiento forzado, dinámicas familiares conflictivas y poco garantes de sus derechos.
La generación de ingresos por parte de estas familias, en su gran mayoría se remite a la economía informal (75%), no obstante, también se reportan índices de desempleo (20%) y un bajo porcentaje cuenta con empleo formal (5%). Su nivel de escolaridad esta, mayoritariamente, en básica primaria y algunos bachilleres. Asimismo, pertenecen en su gran mayoría a estratos 1 y 2.